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Aunque nuestro bebé nació en junio del año pasado y técnicamente en verano ya disfrutamos de las primeras vacaciones con él, realmente no las podría considerar como tal: los agobios de los inicios, las noches en vela, las ojeras infinitas… ¡no cuentan, no cuentan como
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La Navidad ha sido mi fiesta favorita del año desde que tengo uso de razón. Es cierto que he pasado por la típica época de adolescente en la que todo en general te resulta bastante indiferente y, en una pequeñísima parte, también se vieron afectadas estas fechas tan señaladas. Pero ya os digo que...
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“El verano ya llegó ya llegó ya llegó y la fiesta comenzó, comenzó, cooomenzó...” ¡Qué maravilla estar en verano, ¿verdad?!
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Estamos de lleno en la temporada “BBC” (bodas, bautizos y comuniones) Bueno, de hecho las comuniones ya han pasado su momento pero ante nosotros tenemos unos cuantos meses en los que seguro que a muchos se nos acumulan los eventos y celebraciones varias ;)
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Aunque últimamente el tiempo no acompañe, lo cierto es que estamos en primavera.
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Estar embarazada es la bomba. De verdad, tal cual, así sin más (ni menos).Es un estado absolutamente diferente a todo lo que una mujer haya podido experimentar antes. Y lo es tanto en un sentido positivo como en un sentido menos positivo ;)